Santorini es, probablemente, la isla más atractiva para el turismo en el Mar Egeo. Fue la legendaria Tera, epicentro de la catástrofe natural más documentada de la antigüedad, a mediados del segundo milenio antes de Cristo. El ojo de mar que se ve en la imagen es "la caldera", así le llaman los griegos. Surgió de un gran maremoto seguido de sunami que alcanzó los 200 metros de altura. El gigantesco volcán que provocó el movimiento se hundió y emergió por los lados, dando lugar a un archipiélago de islas rocosas. Este cataclismo fue la causa natural de la repentina decadencia de la civilización minoica que había florecido en la isla de Creta un milenio antes.
Los dos centros poblados de la actualidad se encuentran edificados sobre acantilados de Santorini. Con escasas playas, ya que fue esculpida por los titanes. Caminando por sus callecitas empedradas, las paredes, rejas, ventanas y puertas multicolor pastel, las cúpulas azules de sus pequeñas iglesias blancas haciendo juego con el color del Egeo y el viento fresco del mar, alimentan la sensación de andar ensoñando alguna fantasía.
Con ojos de fotógrafo, corazón de poeta y gratitud de peregrino. Regresamos al camino con las imágenes y los sentires que dejamos atrás. Vaya este espacio para aligerar la carga, descorchar emociones y compartir senderos.
3 comentarios:
¡¡¡¡Muy Bueno!!!!
Qué buena combinación: fotografía actual con historia antigua. Gracias por compartir con todos nosotros tus saberes, tus viajes, tus fotos, pero por sobre todo tus emociones y tus dos pasiones.
Te admiro por tu sencillez y generosidad.
Un abrazo
Chupín
PD: como alguna vez te dije, y lo sostengo: gracias por ser mis ojos
Che, Oscar qué buena idea hacer tu blog!!!, además poder compartir estas imágenes tan estupendas es más que un suerte, te felicito ya no sos un turista sino un viajero...
ricardo
Patri y Ricardo: después de tantos años seguimos compartiendo nuestros mundos. Brindo por eso. Un abrazo. Oscar.
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