Existen varias razones y sentimientos para que el Mirador de San Pedro sea la primera imagen de este espacio. Llegué por segunda vez a Lisboa para admirarla desde su arboleda en Barrio Alto. Lo encontré sin buscarlo. Algún ángel me condujo hasta su altura sin esfuerzo. Es un sitio maravilloso, desde donde se pueden ver el Barrio de Alfama coronado por el Castillo de San Jorge y, abajo, la ciudad acariciada por el Tajo. Aquí siempre sopla el aire fresco, aún en verano. Aquí siempre llegan los jóvenes, aún en invierno. Si algún día tienes la fortuna de visitar Lisboa sube al Mirador: tal vez un poquito de alma se te quede enamorada, como a mi padre y a mí, sobre la cima de Barrio Alto.
Con ojos de fotógrafo, corazón de poeta y gratitud de peregrino. Regresamos al camino con las imágenes y los sentires que dejamos atrás. Vaya este espacio para aligerar la carga, descorchar emociones y compartir senderos.
En el gran viaje de la VIDA..., viajemos por la vida
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